IP quiere incentivos para detonar energías verdes
Walmart México participa en los grupos de trabajo del Consejo Coordinador Empresarial para “impulsar condiciones favorables” para continuar con proyectos privados de energías renovables, dijo Juan Andrés Ruiz, subdirector de sustentabilidad y eficiencia energética de la firma.
“Después de la reforma energética aún no terminan por definirse las reglas del mercado (eléctrico mexicano) que esperamos que se vayan escribiendo a lo largo de este año, pero confiamos en que la reforma pueda privilegiar el uso de energías renovables”, dice.
El directivo explica que la apuesta de México, hacia 2020, es alcanzar 24% de generación eléctrica a partir de energías limpias. “Actualmente, en la red eléctrica nacional hay cerca de 18% de energía renovables, 13% es de CFE con hidroeléctricas, la nuclear de Laguna Verde y algunos eólicos. El 5% restante son proyectos privados como los nuestros”, advierte.
En México, Walmart cubre sus necesidades eléctricas de 1,114 tiendas con la energía proveniente de tres plantas eólicas en Oaxaca y una minihidroeléctrica en Veracruz, que representa 51% del total de la energía que utiliza. En conjunto, las cuatro centrales generan más de 1,195 GWh (gigawatts hora) anuales.
“Obviamente pensamos en que estos proyectos, además de ser sustentables, tienen que ser rentables. Todas las vertientes en las que trabajamos de energías renovables y eficiencia energética, buscamos el beneficio hacia el medio ambiente y para reducir gastos de operación”, dice Ruiz.
La empresa privada ya tiene experiencia en el uso de energías limpias para el abastecimiento de sus tiendas; en 2009, la firma lanzó un parque fotovoltaico en Aguascalientes para abastecer la electricidad de 20% de sus tiendas.
La empresa comenzó a usar energía eólica para sus operaciones en 2010, cuando se inauguró la planta Lamatalaventosa, operada por Electricidad del Valle de México. Luego sumó la energía proveniente de las plantas Eoliatec del Istmo y del Pacífico y la minihidroeléctrica Electricidad del Golfo en 2013 y Desarrollos Eólicos Mexicanos en 2014.
Actualmente, explicó Ruiz, los proyectos de generación de energías limpias en los que participa Walmart aún cuentan con los beneficios de la legislación previa a la reforma energética: un costo preferente por transmitir energía renovable de aproximadamente una tercera parte frente a las energías producidas con combustibles fósiles y el beneficio de un banco de energía que permite a los desarrolladores privados vender energía limpia en el momento en que se produce.
Además de Walmart, otras empresas que participan activamente en proyectos de energía limpia están FEMSA, Bimbo y Grupo Peñoles. De acuerdo con un estudio del Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (Cespedes) y a Fundación Mundial para la Naturaleza (WWF), en México, el sector privado promueve 185 proyectos de energías renovables y cogeneración en distintas etapas de desarrollo. Estos tienen una inversión aproximada de 7,800 millones de dólares y un potencial de 4,580 mega watts de capacidad, que equivaldría a una reducción de 26 millones de toneladas de bióxido de carbono al año.
“Tenemos la experiencia en energía limpia y más económica que la que ofrece CFE con la mezcla de sus diferentes centrales y aunque han buscado desincentivar el uso de combustibles pesados, la reforma energética aún privilegia el uso del gas natural que es un combustible más limpio, pero aún es un combustible que produce cierta cantidad de emisiones”, advierte Ruiz.
La expectativa del directivo con la reforma energética es que el mercado sea más competitivo. “A mayor oferta de energía, ésta tendrá que abaratarse y ya no tendremos que pagar algunas malas de eficiencias que se arrastraban de la operación de CFE”, dice.