Hay una diferencia en cómo se conduce la empresa tabacalera Philip Morris quien se estima controla el 74% del mercado en México y British American Tobbaco México quien absorbe el 26% restante.
Para Erick Ochoa, Director de iniciativas para el control del tabaco de la Fundación interamericana del Corazón, la empresa estadounidense tiene especialistas que van a las cámaras y tratan de proveer información acerca de comercio y políticas publicas en general. Por su parte, la tabacalera inglesa British American Tobbaco contrata a empresas para hacer cabildeo lo cual se refleja en el activismo de la marca. La diferencia entre una y otra son las aproximaciones y estrategias que utilizan ante los medios, el gobierno y las asociaciones.
“Hay diferencia en estrategias y mecanismos que utilizan de manera general lo que casi siempre veo es que si hay mayor interés de British por mostrarse públicamente y Philip no lo es tanto”, comentó Ochoa al asegurar que es difícil determinar el cabildeo de la industria, pues difícilmente se hace pública.
El especialista recordó la estrategia de British el año pasado cuando contrató como directora de asuntos externos a la hija de una senadora del PRD cuando la comisión comisión de salud y de comercio y fomento industrial trabajaban en mejorar la ley general para el control de tabaco.
Según el directivo de la fundación, la industria tabacalera es un negocio rentable, no sólo por lo fácil que es producir los cigarros, sino por los más de 17 millones de fumadores que existen en el país. Al respecto, según el Atlas mundial del tabaco, la industria tabacalera del 2000 al 2010 aumentó su producción 12% al fabricarcerca de 6 quintillones de cigarros al año, alrededor de 1 millón cada 5 minutos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que aproximadamente seis millones de fumadores mueren por causa del tabaquismo y la cifra podría elevarse a más de ocho millones en 2030.