La propuesta de Coparmex para la Reforma Energética
México requiere de una reforma energética integral que ponga fin al desfase entre la economía abierta competitiva y un sector energético cerrado, aseveró el presidente nacional de la Coparmex, Juan Pablo Castañón.
En conferencia para dar a conocer la propuesta de la Coparmex para garantizar las condiciones óptimas y beneficios de una reforma energética integral, expuso que México ha desaprovechado su potencial en la materia durante décadas.
No obstante, hoy están dadas las condiciones para concretar las reformas que el país necesita para abatir la pobreza y la desigualdad del país, transformando el entorno y la realidad de millones de familias mexicanas, abundó.
Al presentar un diagnóstico elaborado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), refirió que la producción del crudo en el país ha disminuido del 2004 a la fecha aproximadamente 900 mil barriles diarios, lo que significa que se produce hasta 30 por ciento menos.
Subrayó que 80 por ciento de los campos productores en el país se encuentran en estado avanzado de explotación y en aguas profundas solo se han perforado 25 pozos en la última década, mientras que Estados Unidos perfora en promedio 100 pozos al año.
En cuanto a gas shale y oil shale, en Texas se perforan tres mil 600 pozos, mientras que en México solo se ha trabajado en nueve; el sistema nacional de gasoductos está saturado y hace falta capacidad de almacenamiento de gas natural.
En este contexto, insistió en que México no puede esperar más ni seguir desaprovechando su potencial, por lo que sostuvo que es necesaria la unión de todos los sectores económicos y sociales del país para generar una reforma que elimine estos retrasos.
Por tal motivo, el organismo patronal consideró que para lograr los objetivos que el país requiere, la reforma energética debe cumplir con lo que denominaron 10 puntos Coparmex.
En estos incisos se plantea que la reforma garantice certeza jurídica, con un marco legal de operación para mantener y mejorar la potestad de la nación sobre los recursos, así como un cambio constitucional que permita contratos y concesiones para operadores estatales y privados, nacionales o internacionales.
Asimismo que considere contratos de riesgo para dotar de un vehículo contractual para privatizar el riesgo financiero y operativo que implica la explotación de hidrocarburos, aclarando que "si hay algo que privatizar es el riesgo, no las reservas ni Pemex".
Sugiere además que en la reforma energética se garanticen las oportunidades globalmente competitivas del país con entes reguladores efectivos y un operador gubernamental eficiente; y que se incluya en mayor medida la explotación de las energías renovables.
Además que permita la participación de la pequeña y mediana empresa, que extienda el sentido social de la riqueza energética, fomente el desarrollo de la infraestructura nacional, que incluya perspectiva de desarrollo regional y tenga una visión intergeneracional.
A fin de garantizar que lo anterior sea posible, subrayó, en Coparmex, "urgimos a los partidos políticos legisladores y al gobierno federal para que establezcan un diálogo profundo y sin prejuicios".
Aseguró que una reforma energética integral redundará en mayor ingreso por habitante, menos pobreza, crecimiento económico y del empleo, mejora en la infraestructura y desarrollo regional.