La apertura energética impulsa la proveeduría
La cadena de producción que se deriva de abrir el sector energético a la inversión es muy amplia e incluye diversos procesos de transformación y creación de valor, como la tecnología, la metalmecánica, los trabajos de ingeniería en general, así como los procesos de comercialización y transporte, señaló Israel Hurtado, presidente entrante de la Academia Mexicana de Derecho Energético (AMDE).
De ocurrir esta apertura energética, prosiguió el entrevistado, “Se generaría un negocio similar al que actualmente se registra en el sector energético”, dado que la cadena de proveedores incluye los hidrocarburos, pero también están las renovables: inversiones en solares, fotovoltaicas, eólicas y geotermia.
Hurtado fue jefe de la Unidad Jurídica de la Sener, secretario de los Consejos de Administración de Pemex y CFE, así como integrante de la Comisión Reguladora de Energía, CRE, de 2006 a 2012. Ahora al frente de la AMDE por un periodo de dos años, señala que el papel de esta academia será el de asesoría a diputados y senadores, en especial cuando se observa que una de las condicionantes esenciales de la reforma energética implica modificaciones constitucionales.
--Desde la perspectiva de la AMDE ¿Se viola algún aspecto de la soberanía del país en esta propuesta de reforma energética?
--No. De ninguna manera está en riesgo la soberanía del país. Hoy mismo, ya desde antes de que se ponga en marcha cualquier reforma, hay por ejemplo, tratados internacionales que protegen al país. Nada va en menoscabo de la soberanía.
Los abogados en materia energética del país, continúa, estiman que incluso la apertura podría ser más agresiva para permitir que las empresas puedan desarrollar otras actividades.
--Si esto es así, ¿cuál es el principal obstáculo para que se dé la reforma?
--Es político, no hay agentes económicos en este sentido. Los antagonistas se basan en intereses políticos.
Hidrocarburos y gas shale
Las empresas transnacionales que pueden trabajar en temas energéticos ya están en México y muchas, de hecho, ya trabajan con Pemex en algunas labores de exploración, explicó Hurtado.
De ahí que los primeros rubros en los que se trabajaría a partir de una posible apertura en el sector sería la exploración en aguas profundas y a la par en la explotación de yacimientos de gas shale.
“Dado que explotar campos a profundidad es una actividad que implica varios años, el gas shale ayudaría a tener resultados a un plazo más corto. Luego también habría que desarrollar lo relativo al gas natural”. Es decir, de acuerdo con el especialista durante la primera etapa de apertura, la mayor parte de la actividad provendría del campo de los hidrocarburos.
Los combustibles estarían incluidos en este rubro. La refinación y mayor competencia en gasolinas pertenecerían a esa primera fase post-reforma, estimó el abogado regiomontano.
La reforma energética forma parte de las propuestas que el Ejecutivo envió al Congreso para su aprobación en el periodo ordinario de la actual legislatura (LXI).