Rechaza el sector privado impuestos de 'última hora'
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, expresó el rechazo del sector privado del país a lo que llamó "impuestos de última hora" en el marco de la discusión de la reforma hacendaria.
Al final de su participación en la celebración del 50 aniversario del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) dijo categórico que consideran que "los impuestos de última hora son inadmisibles y el sector privado mexicano los rechaza contundentemente".
Y es que la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen en materia fiscal de la reforma hacendaria en el que se crea un impuesto especial de cinco por ciento a alimentos chatarra y habría una progresividad en la tasa máxima del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para personas físicas.
Asimismo, ratificó que se mantiene la propuesta para homologar la tasa del IVA en las zonas fronterizas del 11 al 16 por ciento y mantiene la cuota adicional de un peso por litro en bebidas saborizadas con azúcares añadidas.
También, dijo, se mantuvo la tasa general de 16 por ciento a la venta de mascotas y productos procesados para su alimentación, aunque con una redacción diferente, así como a chicles o goma de mascar.
Dijo que estos impuestos no tienen ningún sustento, por lo que la iniciativa privada los rechaza contundentemente.
En relación al aniversario del CEESP, el líder de los empresarios en el país reiteró el apoyo al organismo, sobre todo, dijo, hoy que México está inmerso en un transcendente proceso reformador.
Sin duda, señaló, es una de las instituciones de análisis que más ha impulsado las reformas estructurales para dejar atrás un largo periodo de crecimiento inercial.
La misión es la misma que tuvo en su nacimiento en 1963, la investigación económica objetiva e independiente para la acertada toma decisiones del sector empresarial, sostuvo.
En adelante hay grandes retos por lo que llamó a sumar esfuerzos y generar sinergias para el desarrollo con el propósito de crear millones de empleos.
Por su parte, el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, ConMéxico expresó también su oposición a impuestos especiales a alimentos y bebidas no alcohólicas como medida de salud pública.
En un comunicado, precisó que la propuesta de gravar con un impuesto especial a bebidas saborizadas con azúcares añadidos de un peso por litro y a aquéllos alimentos con una densidad calórica de 275 kilocalorías por cada 100 gramos o mayor carece de todo sustento técnico y jurídico.
Consideró que se trata de iniciativas que afectan sensiblemente el bolsillo de todos los mexicanos, en especial de las clases menos favorecidas.
Ejemplificó que en el caso del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), las categorías de productos a gravar representan el 25 por ciento del Catálogo de Productos para la Alimentación y Nutrición del Programa de Abasto Rural de Diconsa.
ConMéxico destacó que la alimentaria, se trata de una de las industrias más dinámicas e innovadoras del país y del mundo con una producción de 124 mil millones de dólares, equivalente al 4.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) total.
Además, señaló que esta industria ha hecho de México el noveno productor de alimentos industrializados del mundo.
El organismo detalló que el uso de impuestos especiales como medidas de salud pública carece de sustento técnico, jurídico y económico, "porque no cumplen con el objetivo para el que se diseñan, ya que proliferan los productos sustitutos y es difícil predecir cómo los consumidores reaccionarán al cambio de precio derivado de un impuesto".
En su opinión algunos consumidores dejarían de adquirir otros productos para seguir con los que sean tasados; otros buscarían artículos sustitutos y otros más cambiarían la mezcla de productos que suelen consumir en maneras difíciles de identificar.
Añadió que dichos gravámenes impactarán a un conjunto de categorías de productos, cuya causalidad en el sobrepeso y la obesidad no está científicamente fundamentada, además de que cumplen con la normatividad sanitaria y están sujetos a la regulación oficial.