Uso de pastillas de emergencia a la alza
La falta de cultura en el uso de métodos anticonceptivos en México se ve reflejada en el abuso de las pastillas de emergencia o del día siguiente. Durante 2013 se vendieron 15 mil 406 píldoras hormonales, de las cuales 43% fueron pastillas para prevenir un embarazo no deseado, cuando no se utilizó protección durante el encuentro sexual.
Datos del informe Investigación y Medición de Mercados para la Industria Farmacéutica Mexicana de la consultora Grupo Knobloch reportan la venta de seis mil 763 pastillas de emergencia a lo largo del año pasado.
Mientras que la empresa IMS Health señala que la mayoría se adquieren de forma particular y sólo una mínima parte se consiguen en el sector de salud pública, a pesar de que este fármaco está incluido en la canasta básica de medicamentos desde 2005.
Actualmente hay en el mercado alrededor de siete distintos tipos de pastillas que utilizan el levonorgestrel como principio activo para retrasar la ovulación o impedir que el ovulo sea fecundado.
Los precios varían entre los 60 y los 200 pesos dependiendo de la marca y la dosis. Sin embargo, la accesibilidad de estos productos, así como la falta de cultura en el uso de métodos anticonceptivos ha disparado su venta.
“Sí hay más información sobre el tema. Lo que es alarmante es que de 100% de pastillas anticonceptivas que se venden, poco menos de 50% son de pastillas de emergencia, lo cual habla de una muy mala información y formación de la sexualidad, estamos haciendo lo que dice el dicho “después de ahogado el niño, queremos tapar el pozo”, señaló la sexóloga Alessia Di Bari.
Ante esta situación, la especialista -que colabora con los Laboratorios Elea México-, recordó que la pastilla de emergencia es la última opción para evitar un embarazo, ya que no se debe tomar más de dos veces al año.
Por lo tanto, es importante que las mujeres, sobre todo las adolescentes, tengan acceso a otros métodos anticonceptivos, pues, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012, menos de la mitad de las mujeres utilizan algún método mientras que la otra mitad de la población no utiliza ninguno.