Deshidratación genera daños renales, cardiacos y hasta cerebrales
Un ser humano pierde alrededor de dos litros de agua diariamente por sudoración, orina y la respiración, cantidad que debe reponerse de inmediato para evitar que el organismo se deshidrate.
En caso contrario, el cuerpo humano puede sufrir un estado de choque, en el cual no hay suficiente sangre para bombear a todos los órganos y les genera daños, explicó Francisco Navarro, director de los Hospitales de Referencia de la Secretaría de Salud.
Al no tener suficiente agua en el organismo, las células empiezan a enviar el agua al torrente sanguíneo, para que éste siga fluyendo. Sin embargo, es una solución temporal y si la persona no compensa la pérdida de líquidos, las consecuencias pueden ser daños en los riñones, el hígado, el cerebro o corazón.
De acuerdo con el médico, las afectaciones pueden ser reversibles si se atienden a tiempo y el paciente recibe el servicio médico adecuado. Cuando la deshidratación es constante, las secuelas pueden variar, según el órgano afectado.
“El más complicado es el daño cerebral. Puede haber una disminución muy fuerte de la circulación cerebral y crearle al paciente un estado de mayor gravedad”, señaló Navarro.
La reducción del flujo sanguíneo al cerebro puede causar confusión y afectar la función cognitiva y la coordinación motriz.
Las secuelas severas en el cerebro o en cualquiera de los órganos vitales derivarán en enfermedades crónicas, como las afectaciones renales que podrían complicarse hasta necesitar diálisis, tratamiento que tiene un costo de 300 mil pesos anuales por cada paciente.
Lo más grave –y costoso para el sistema de salud-, es cuando los pacientes con deshidratación severa tienen otra enfermedad crónica, como diabetes, insuficiencia renal o cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, desnutrición o cualquier otro padecimiento.
“Es bastante frecuente que el estado de choque ocurra. Los datos quizá no nos digan nada. Pero en esta época del año llega gente descompensada. Y si los pacientes con enfermedades con enfermedades crónicas se agravan más con una deshidratación”, explicó el médico.
Estas complicaciones se pueden evitar, si la persona ingiere suficiente agua y electrolitos para evitar la deshidratación crónica. Navarro señaló que una persona que pesa 70 kilos debe tomar tres litros de líquidos diariamente, aunque en las zonas calurosas el consumo debe aumentar a 4.5 litros.
No sólo tiene que ser agua simple, los líquidos se pueden obtener de café, leche, aguas de frutas y sopas.
Y si la deshidratación aumenta, el director de hospitales recomendó que al agua de frutas se les agregue una cucharadita de sal y azúcar para recuperar los electrolitos perdidos por las altas temperaturas o la actividad física.
De igual manera, niños y ancianos pueden tomar el Vida Suero Oral, aunque no estén enfermos de diarrea o vómito, ya que esta bebida contribuye a recuperar el agua y las sales del organismo.