El éxito detrás del mercado del té
En los últimos años, el consumo de té envasado aumentó, no obstante su consumo se concentra, principalmente, sólo en tres mercados: América del Norte, Europa Central y el Este de Asia, de acuerdo con la empresa consultora Euromonitor.
“Este tipo de bebidas son atractivas para la gente que ha abandonado el consumo de bebidas carbonatadas, que busca nuevos sabores y productos más saludables”, dice Jonas Feliciano, analista de bebidas de la consultora.
No obstante el crecimiento, los productores de bebidas envasadas se han enfocado a desarrollar productos basados en las exigencias del público al que quieren llegar, dependiendo de la región donde se va a vender, y no sólo en la confianza que les brindan sus marcas.
De acuerdo con Feliciano, en América Latina, por ejemplo, un productor masivo de bebidas envasadas como Coca Cola, apuesta por producir té helado mezclado con sabores frutales que son más atractivos para el mercado latino y que no está acostumbrado al consumo de té.
A diferencia del mercado asiático, donde elabora distintos productos, algunos hasta con propiedades energéticas y otro con fórmulas naturales, para consumidores más especializados.
“Los productores de bebidas deberían considerar las preferencias del mercado al que quieren llegar, en lugar de sólo confiar en el nombre de su marca”, dice Feliciano.
Para los especialistas
Un ejemplo de consumidores especializados son los habitantes de China: cuyo mercado de venta al público es de 8.5 mil millones de dólares. El mercado más grande de consumo de té en el mundo, señala un análisis de la consultora Euromonitor.
Los consumidores conocen de variedades de té, sabores, procesos y hasta utensilios. Ahí el mercado de esta bebida se ha concentrado no en los productos envasados, sino en el té a granel.
Los productores de esta bebida han tenido que recurrir a la instalación de tiendas especializadas que venden parafernalia relacionada con el té, para así atraer consumidores y dar credibilidad a sus productos.
Esta estrategia funcionó para muchos productores, quienes además de manufacturar la materia prima para elaborar té, han tenido que producir otros productos relacionados con su preparación.
