Gas Natural Vehicular, poco usado en México
Pese a que el Gas Natural Vehicular (GNV) ha demostrado su eficiencia ecológica y económica en Europa y Estados Unidos, y en América Latina en países como Brasil, Argentina y Colombia, el tema en México sigue en lista de espera. Únicamente hay 12 estaciones de servicio en todo el país y menos de 10 talleres de reconversión de vehículos, para atender un parque vehicular de más de 4.5 millones de unidades que circulan tan sólo en el Distrito Federal.
Previo a la Reforma Energética, empresas como la española Gas Natural Fenosa (GNF) y la colombiana Gazel comenzaron a competir por los clientes en 12 entidades federativas. “Esperamos que con la aprobación de las leyes secundarias de la Reforma Energética se dé mayor impulso”, señaló Ángel Larraga Palacios, country manager de GNF.
Entre las ventajas de este combustible, señaló que los vehículos automotores ahorrarían 50% en promedio en combustible si cambiaran a gas natural… pero hay falta de cultura y poca voluntad política.
El también expresidente de la Asociación Mexicana de Gas Natural expuso que el uso del GNV cobró auge a partir del desarrollo del shale gas en Estados Unidos hace siete años. En ese entonces México no lo producía porque era más rentable extraer crudo, por lo que apenas hace tres se distribuye en nuestro país. De manera incipiente, México avanza para garantizar el suministro de gas natural a través de sus plantas en Altamira y Manzanillo.
En el marco del Seminario ‘Transporte Urbano Sustentable’, Larraga Palacios, dejó en claro que el único propietario del gas natural en México es PEMEX y que las empresas gaseras sólo lo distribuyen con infraestructura autofinanciada, lo que facilita al gobierno no tener que desembolsar un peso. El precio de distribución oscila entre cinco y seis dólares /BTU, mientras que el costo para el usuario final es de $6.10, esto es la mitad de lo que cuesta un litro de gasolina.