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Robots solicitan humanware

OPINIÓN En una visión a corto plazo, las habilidades y competencias que se exigirán a los nuevos trabajadores dentro de espacios robotizados se pueden segmentar, señala Rafael Campos.
lun 17 junio 2019 09:55 AM
humanware
En una visión a corto plazo, las habilidades y competencias que se exigirán a los nuevos trabajadores dentro de espacios robotizados se pueden segmentar, señala Rafael Campos.

Nota del editor: Rafael Campos, Rector Institucional de Aliat Universidades. Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(Manufactura) – Un tema de diálogo y debate en los últimos años es el rol de las nuevas tecnologías en el desplazamiento de la mano de obra. Aprendizaje de las máquinas, digitalización, automatización, realidad aumentada, robótica, entre otras ciencias aplicadas, han tomado el rol de labores humanas creando una ecuación simplista de batalla humana vs robots.

De acuerdo a la investigación de ManpowerGroup de 2019, “Revolución de las habilidades digitales 4.0”, la automatización está creando empleos. Esto implica una capacidad y competencia humana de aprendizaje y reinvención permanente. El concepto que integra esta facultad se conoce como aprendibilidad o “learnability”, la cual es la aptitud de aprender, adaptarse y adquirir las competencias para seguir siendo empleable y vigente en el mercado laboral. La UNESCO, en la década de los 90, remarcaba la necesidad humana de “aprender a aprender” de forma invariable como uno de los pilares de la educación en el mundo.

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En el continente americano un 28% de las empresas espera que aumente su plantilla laboral en los próximos años. México, Colombia, Panamá, Estados Unidos, Israel y Portugal son países en los cuales sus empleadores incrementarán entre un 11% y un 20% su grupo de trabajadores. Actualmente, México es el principal socio comercial de los Estados Unidos; sin embargo, en momentos de incertidumbre económica, derivadas de las decisiones políticas de los líderes de las potencias económicas mundiales, la necesidad de crecimiento productivo sigue siendo una necesidad social.

Desde una perspectiva geográfica e incremento de la robotización, los países asiáticos están integrando estas nuevas tecnologías a una velocidad mayor en Europa y, en este sentido, China va con una aceleración mayor que Estados Unidos en la incorporación de la robotización. Para México, como miembro del tratado comercial de América del Norte (T-MEC, Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), la educación de mejores personas y profesionistas de alto desempeño con una visión de emprendedor cobra más importancia que nunca.

En una visión a corto plazo, las habilidades y competencias que se exigirán a los nuevos trabajadores dentro de espacios robotizados se pueden segmentar. Por una parte, en aquellos que serán puerta de interacción humana como son las áreas de servicio al cliente y la administración de recursos humanos. Por la otra, aquellos espacios de vínculo con las máquinas y sistemas automatizados.

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En el segmento de intercambio humano, el desarrollo de las ciencias cognitivas, el análisis de conductas humanas, el estudio y planificación del talento en el cambio permanente, son áreas que siguen en sus primeras etapas de evolución científico. Esto se escala por la complejidad generada en la correlación humana, mediada por computadoras, celulares y tabletas, que generan nuevos códigos de comunicación como emojis o stickers, en los cuales no se capta el lenguaje corporal al cual estamos acostumbrados generando un nuevo lenguaje gráfico por aprender.

En el área de interacción con los robots y las máquinas se genera un espacio de desarrollo en el pensamiento crítico, resolución de problemas, alto conocimiento, aprendizaje acelerado, diseño tecnológico, metalenguajes computacionales, gestión de máquinas, integración armónica de sistemas complejos y resolución de situaciones cada vez más intrincadas.

El factor común de los retos planteados se llama “aprendibilidad”, como un aprendizaje intensivamente permanente. De ahí que los centros de educación superior deben de centrarse más en la persona, impulsando el perfeccionamiento de sus competencias profesionales y menos en el contenido estático del puesto de trabajo. El desarrollo de habilidades digitales, el incremento en competencias lógico matemática, la capacidad de control de procesos de tecnología de la información, la adquisición de conocimientos en la manipulación e implementación de procesos en manufactura son algunas de las nuevas necesidades de toda preparación universitaria.

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En esta línea, el desarrollo de competencias transversales como: comunicación eficiente, trabajo en equipo, enfoque a resultados, y conducta ética, siguen siendo la otra cara de la moneda de esta misma formación que constituye un perfil profesional.

En los próximos años se verán en forma más directa la integración simbiótica del hardware, software y humanware en la que todo proceso requerirá de personas, pero todo profesionista necesitará de sistemas informáticos o de manufactura para su labor cotidiana. En la medida que la educación se integre a la vida laboral y este segmento se regrese a los centros de aprendizaje, seremos capaces de afrontar un futuro laboral en forma eficiente y con rostro humano.

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